Baby

Marín Giménez cosecha anualmente más de 6.000 toneladas de frutas procedentes de sus propias explotaciones. Estas son cuidadosamente seleccionadas y procesadas inmediatamente a su recolección, conservando así su frescura y propiedades naturales, consiguiendo un producto final de la más alta calidad.

Procedentes de estas plantaciones, certificada en Global Gap, la compañía elabora productos bajo normas de producción controladas, de acuerdo con la normativa de la Unión Europea para alimentación infantil.

Trazabilidad y seguridad alimentaria son conceptos básicos en cualquiera de las producciones que Marín Giménez realiza con frutas provenientes de sus cultivos, fincas cuidadas cada día con el objetivo de poder ofrecer a sus clientes un producto final con unas cualidades únicas.